sábado, 26 de abril de 2014

Arce Palmatum 'Yamamomiji'


Arce Palmatum ‘Yamamomiji’ (Arce palmatum de montaña)

Es el arce que solemos llamar Arce Palmatum sin más, o Arce japonés.

Es utilizado para hacer cruces genéticos y sacar variedades o cultivares.

Nombre científico: Acer palmatum

- Familia: Aceraceae.

- Origen: Japón, china y corea.

- Características: Arbusto de hoja caduca, Hojas formadas por entre cinco y siete lóbulos, serrados, y con el ápice agudo.

Brotan de color rojizo en primavera, maduran de color verde, y otoñan con cantidad y variedad de colores cálidos, por lo que es muy preciado.

Cultivable tanto en jardines como en bonsái.

- Luz: Se deben ubicar a pleno sol en primavera y otoño. En verano, en semisombra. Hay que evitar los rayos del sol directos del verano, pero es necesario que les de la luz. Por ello, en verano pueden colocarse en un lugar que les de el sol hasta medio dia, y las ultimas horas de la tarde, estando durante las horas de más calor protegidos del sol directo. Suele utilizarse una malla que deje pasar la luz lo suficiente.

- Temperatura: Es un árbol que necesita sentir el paso del invierno. Debe estar siempre en el exterior.

Como bonsái, tendremos cuidado de protegerlos en caso de heladas fuertes. Soporta incluso varios grados bajo cero, pero lo ideal es  colocarlos en un lugar en los que pasar los días con heladas por debajo de cero grados centígrados de temperatura.

 - Humedad: Lo ideal es ambiente húmedo, por lo que podemos humidificar las hojas en verano por las mañanas. NO aconsejo vaporizarlas en las horas de más calor, ni por la noche.

Debe estar al exterior, y recibir el agua de lluvia, que limpiará sus hijas y les dará un frescor natural difícil de conseguir de otra forma.

- Substrato: Un sustrato drenante al 70% (akadama, pomice, etc...), con algo de orgánico al 30% en zonas más calurosas. En zonas más húmedas, puede cambiarse.

Siempre, lo ideal, es elegir el sustrato con el que estamos acostumbrados a trabajar. Eso sí, evitar por todos los medios, únicamente organico, tipo turbas, o similares, puesto que pudre las raíces, y enlentece muchísimo el desarrollo.

- Riego: En época de crecimiento, Regar en cuanto la superficie de la tierra esté seca. Se debe regar hasta que el agua sale abundantemente por los agujeros de drenaje.

En verano hay que tener cuidado con no dejar secar demasiado la tierra, porque enseguida seca los bordes de las hojas.

En invierno, espaciar los riegos, evidentemente, para no pudrir raíces.

- Abonado: Abonar con abono organico de liberación lenta en época de crecimiento (primavera y verano) cada mes a bonsáis ya formados.

Podemos añadir a este tipo de abono, otro abono organico liquido cada 15 o 20 dias para arces en desarrollo a los que interesa potenciar el engrosamiento y crecimiento.

- Poda: La poda fuerte, agresiva, de formación de estructura final, o de ramas gruesas… se deberá realizar en invierno para evitar pérdidas de savia innecesarias que se producen en este tipo de podas drásticas.

Como consejo personal, podar en febrero, cuando los brotes todavía no han comenzado a abrirse. Con ello, ayudamos al árbol a la cicatrización de estas heridas con el despertar de estos brotes y su crecimiento.

Hay que sellar las heridas con alguna pasta cicatrizante.

Pinzar durante toda la época de crecimiento, dejando un par o dos de hojas. Con ello favorecemos la formación de una densa ramificación, incluso la reducción del tamaño de las hojas.

- Defoliación: total o parcial puede realizarse finales de la primavera (a comienzos o mediados de junio en el Hemisferio Norte) o principios de verano, siempre que no se lleve a cabo demasiado tarde dentro de la estación.

- Alambrado: En primavera se puede alambrar las ramas de los nuevos brotes para dirigirlos a la posición deseada. Hay que proteger las ramas con el tronco, y proceder a su posicionamiento con cautela y de forma gradual, sobretodo en caso de ser ramas gruesas.

- Trasplante: En arboles jóvenes o en formación, una vez al año. Con esto ayudamos a la formación de un buen cepellón, y con ello, un buen nebari.

En arboles más formados, cada dos años.

En los dos casos, realizar el trasplante a finales del invierno, cuando las yemas todavía no se han abierto. Podemos realizarlo hasta el momento en que las llemas acaban de abrirse. No trasplantar un árbol ya brotado.

También podemos realizar el trasplante a finales de verano, antes de que el árbol comience su segundo periodo vegetativo, después del descanso veraniego.

- Plagas: Pulgón y cochinilla, pero es un árbol resistente.

- Multiplicación: Por semilla tras estratificarlas. Por estaca en primavera y otoño. Por esqueje semileñoso en primavera y antes de la brotación. Por acodo avanzada ya la primavera.

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